CANCER COLORRECTAL:
SIENDO UNO DE LOS CANCERES MAS FRECUENTES QUE NOS AFECTAN Y PUDIENDO DETECTARLO TEMPRANAMENTE, PROPONGO MAS ENFASIS EN SU DIAGNOSTICO TEMPRANO, "La probabilidad de curación tras la aparición de la clínica es del 50%, mientras que pueden alcanzarse valores superiores al 80% cuando se realiza un diagnóstico temprano".
A nivel mundial, el cáncer colorrectal es el tercer cáncer más frecuente en hombres y el segundo en mujeres, siendo la segunda causa de muerte relacionada con la enfermedad tumoral. En Estados Unidos, en el año 2013 se estimaron algo más de 140.000 nuevos casos, con una mortalidad de 50.000 casos relacionados con el cáncer colorrectal.
La detección temprana del cáncer colorrectal puede conllevar una disminución en las cifras de incidencia y mortalidad, siendo de especial importancia los métodos de cribado, donde la aparición de síntomas y signos se asocian con estadios avanzados de la enfermedad. Igualmente, el seguimiento de los pacientes que han padecido un cáncer colorrectal tiene como objetivo estudiar a aquellos pacientes con un mayor riesgo de recidiva de la enfermedad.
Lamentablemente, la probabilidad de curación tras la aparición de la clínica es del 50%, mientras que pueden alcanzarse valores superiores al 80% cuando se realiza un diagnóstico temprano. Los métodos de cribado aceptados para el cáncer colorrectal son la detección de sangre oculta en heces, el enema opaco de doble contraste, la colonoscopia y el tacto rectal. La detección de sangre oculta en heces es un método barato y simple, aunque solo el 50% de los tumores y el 10% de los pólipos sangran lo suficiente para diagnosticarse por este método.
Actualmente se debate respecto a las lesiones de colon no diagnosticadas con la sangre oculta en heces ni con la colonoscopia, bien porque sean lesiones no hemorrágicas, bien porque se localicen en el colon proximal, muchas de las cuales tienen una fisiopatología de progresión más agresiva (fenotipo metilador e inestabilidad de los microsatélites). A pesar de los diferentes métodos de diagnóstico disponibles, no existe consenso en el empleo de nuevas alternativas para la detección u orientación en las lesiones precursoras y tempranas de la enfermedad neoplásica. Los prometedores avances en el campo de los marcadores moleculares podrían desempeñar un papel importante a ese nivel.
El marcador tumoral puede definirse como un componente «identificable» que está presente en la célula tumoral o que es secretado por estos clones celulares. La presencia de un marcador tumoral en cuantías suprafisiológicas indica la presencia de enfermedad neoplásica, pudiendo aportar valiosa información acerca del comportamiento biológico del tumor. Sin embargo, tanto la ausencia de sensibilidad como de especificidad en las fases iniciales de la enfermedad neoplásica limitan estrictamente la utilización sistemática de la mayoría de los marcadores tumorales en el cribado de pacientes asintomáticos. La estadificación de la enfermedad en el momento de su diagnóstico (determinado por el tamaño tumoral, el grado de diferenciación citológica y la afectación ganglionar) constituye el indicador pronóstico más utilizado en pacientes con cáncer colorrectal. No obstante, también se recurre complementariamente a la valoración de ciertos marcadores pronósticos, cuantificados y determinados tanto en el tejido tumoral como en la sangre periférica.
En 1981, el National Health Information Center (NHIC) propuso la monitorización del antígeno carcinoembrionario (CEA) como la mejor técnica no invasiva para la constatación de recidivas en pacientes con diagnóstico previo de cáncer colorrectal. Posteriormente, en 1996, la American Society of Clinical Oncology (ASCO) publicó las guías clínicas basadas en la evidencia para el uso de los marcadores tumorales en el cáncer colorrectal. En 2007, el European Group on Tumour Markers(EGTM) actualizó las guías para el uso de marcadores séricos, tisulares y fecales en el cáncer colorrectal.
A pesar de haberse estudiado multitud de marcadores tumorales en el cáncer colorrectal, solo una minoría de ellos se consideran recomendables para su utilización rutinaria. Las diferentes guías oncológicas aceptan y recomiendan: 1) el estudio de sangre oculta en heces para el diagnóstico temprano en personas mayores de 50 años; 2) la determinación de CEA en el seguimiento postoperatorio de pacientes subsidiarios de quimioterapia sistémica o de resecciones quirúrgicas; 3) la inestabilidad de los microsatélites, mediante el estudio genético de MLH1, MSH2, MSH6, PMS2, para identificar a las personas susceptibles de cáncer colorrectal hereditario no polipósico y 4) la mutación de APC en el diagnóstico de la poliposis adenomatosa familiar.
Los mecanismos epigenéticos fisiológicos que pueden variar la estructura de la cromatina comprenden la metilación del DNA, las modificaciones de las histonas y las del RNA, habiéndose puesto de manifiesto que en el origen de la enfermedad neoplásica las alteraciones epigenéticas pueden ser tan importantes como las modificaciones genéticas, y contribuir ambas a la progresión y desarrollo de la enfermedad neoplásica. Los micro-RNA son estructuras moleculares de 20-22 nucleótidos con actividad postranscripcional que están implicados en la regulación de la expresión genética. Se ha puesto de manifiesto su participación en distintas funciones fisiológicas y patológicas tales como la apoptosis, la proliferación y la diferenciación celular, y se ha demostrado su funcionalidad como genes supresores de tumores o como protooncogenes en la carcinogénesis. En la literatura médica existen diferentes estudios centrados en la detección de los micro-RNA tanto en tejido como en heces o sangre periférica, y se han relacionado sus valores con el diagnóstico y con el pronóstico de la enfermedad neoplásica.
Conclusiones
En la actualidad se plantean muchos e importantes desafíos en el desarrollo e implementación de la determinación de los micro-RNA en el organismo, como marcadores diagnósticos en el ámbito clínico del cáncer colorrectal. No obstante, existen resultados alentadores en cuanto a que los micro-RNA circulantes tienen un potencial clínico como marcadores diagnósticos del cáncer colorrectal y de otro tipo de neoplasias; son especialmente prometedores los resultados derivados del estudio del miR-92a, puesto que se ha encontrado una forma «significativa» en las determinaciones realizadas en heces, plasma y tejido tumoral de pacientes con diagnóstico de cáncer colorrectal.
http://www.elsevier.es/es-revista-cirugia-espanola-36-articulo-papel-los-micro-rna-el-cribado-90360575
Italia y España utilizan la detección de sangre oculta en heces, ya que es un método barato y simple. Comparto con los colegas que sostienen que solo el 50% de los tumores y el 10% de los pólipos sangran lo suficiente para diagnosticarse por este método, pero sin lugar a dudas el costo beneficio nos da el aval para considerarlo como un método de rutina y lo elijo para todos mis Pte mayor de 50 años.
ResponderBorrarComparto su opinión en Córdoba ( España ) se realiza prueba de sangre oculta en heces para cribado de cáncer colorrectal a la población mayor de 50 años, la prevención es sin duda la mejor cirugía para esta enfermedad.
ResponderBorrarUn saludo desde España..
Dr. César Díaz López
www.coprocto.com